Traveller's Tales y Warner Bros. repiten la fórmula del éxito con LEGO: El Hobbit, la enésima entrega de la saga y, nos da la sensación, de que sus creadores parece que se han quedado algo bloque-ados.
LEGO: El Hobbit está entre nosotros. Traveller's Tales no ha desaprovechado la ocasión para adaptar, otra vez, uno de los universos más sugerentes de la historia de la fantasía. La saga LEGO es una de las más prolíficas del mundo de los videojuegos estos últimos años. Y decimos saga porque, aunque cada sub-saga está ambientada en un universo distinto, todos los juegos comparten un mismo patrón, un mismo desarrollo. En esta ocasión, Traveller’s Tales nos ofrece un completo repaso a las dos primeras películas de “El Hobbit”, “Un Viaje Inesperado” y “La Desolación de Smaug”. La tercera puede que llegue en forma de DLC, como apuntan algunos rumores, aunque llegue como llegue, nos resulta “extraño” que no hayan esperado a hacer un único juego con la trilogía.
El argumento, como sabe cualquier "freak" que se precie de serlo, nos lleva a formar una compañía muy peculiar (como siempre le ha gustado a Tolkien). 13 enanos, un mago (Gandalf, claro) y un hobbit (Bilbo) emprenden un viaje para recuperar el hogar de los enanos, Erebor, que ha sido tomado por un infame dragón, Smaug.
Análisis de LEGO: El Hobbit